Merecido homenaje a Crespo Colomer
Merecido homenaje el que el pueblo de Alcoy ha rendido al fotógrafo Crespo Colomer otorgándole la responsabilidad de que plasmara el anhelo festero de los Moros y Cristianos en un cartel de Fiestas. José tenía dos cosas en contra para poder desarrollar esta tarea: ser fotógrafo y haber nacido en Ontinyent (1932). Sin embargo, es muy acertada la idea de que da lo mismo dónde ha nacido uno, si lo que verdaderamente importa es dónde vive y quién aprecia su trabajo como artista. De esta forma, el bueno de José Crespo es el segundo fotógrafo que recoge la misión de realizar el cartel de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy tras Paco Grau, otro de los grandes mitos de la fotografía al servicio de la Fiesta.
José Crespo Colomer recoge el testigo de un grande de la fotografía como fue Mora Carbonell
José Crespo Colomer recogió el testigo de un grande de la fotografía como lo fue Mora Carbonell quien sentó las bases para una estética pura, limpia, sin protagonismo, donde primaba la figura y las formas se mostraban sin artificios. Vivió un tiempo pretérito, sin apenas recursos y con escasos reconocimientos. Con Crespo Colomer, las Fiestas de Moros y Cristianos llegan al cénit de la fotografía, al clasicismo más puro: de hecho él inventó algunas imágenes que han dado el paso convirtiéndose en iconografía Festera. Todos tenemos en nuestra cabeza el castillo de Fiestas nevado, el arco de San Roque o tantas y tantas estampas de capitanes y escuadras «de negros» inmortalizadas en puzzles, discos de LP, casetes, portadas de revistas y libros, etc. José Crespo es pues el verdadero «maestro» de la fotografía festera al servicio de los Moros y Cristianos.
Aún recuerdo mi etapa en la fototeca de la Asociación de San Jorge de Alcoy cuando estudiaba detenidamente cada composición, siempre limpia, refulgente; de una fuerte carga emotiva. Un ojo educado es capaz de reconocer obras artísticas de los pintores más grandes de la historia de la humanidad: la fotografía al igual que el cine, también son un arte y cada «maestro» ha creado su código comunicativo. «El Greco» trabajaba una paleta de colores veneciana en clave castellana y la obra de Crespo Colomer destaca por encima de cualquier otra composición y es que el maestro de Ontinyent ha sido capaz de dejar atrás la artesanía para otorgar a la fotografía festera la categoría de «arte».
En el caso del cartel de Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy, da lo mismo lo que hiciera: su estampa clásica, trabajada, su composición equilibrada, luminosa y sus colores tamizados hablan de un estilo propio, de una composición exquisita: porque la técnica se aprende pero se nace con gusto, y eso pocos lo tienen. El gran Crespo Colomer a sus 83 años es la base de muchos otros fotógrafos que merecen mención especial como el ya citado Paco Grau, Elías Seguí, Lucio Abad, un creativo Toni Miranda e incluso me permito añadir a Xavi Terol y Juani Ruiz, fieles «transmisores» de la realidad festera aportando siempre su granito personal desde un prisma objetivo propio del periodismo. A todos ellos y muchos más que quedarán en el anonimato, debemos que año tras año nuestros Moros y Cristianos crucen fronteras y ahora más con las nuevas tecnologías, haciendo llegar nuestra Fiesta a los lugares más recónditos del mundo.
Gracias José Crespo Colomer por dignificar, profesionalizar y demostrar que la fotografía NO es una artesanía y que en tus manos, los Moros y Cristianos son puro arte
Jordi Linares Domínguez
Historiador del Arte